En el emotivo encuentro, participaron la directora de LRA 29 San Luis, Gloria Velázquez; la presidenta de Radio y Televisión Argentina, Rosario Lufrano; el director ejecutivo de Radio Nacional, Alejandro Pont Lezica y el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, Eduardo García Caffi.
“Desde Cultura realizamos una intervención artística con nuestro personaje icónico, que es La Pancha Hernández. Traerla para un renombramiento de Radio Nacional San Luis nos pareció que era apropiadísimo. Usamos algunos textos que ya teníamos escritos, también pedimos prestados algunos de Beba Di Genaro para darle esta impronta de las mujeres puntanas aquí en San Luis”, describió la actriz, Adriana Durigutti, quien realizó la voz en off de la interpretación.
Sobre la intervención “Mujer Puntana”, Durigutti aseguró: “Es una oportunidad para que el federalismo cultural realmente esté presente y se sepa que los puntanos tenemos nuestra impronta, nuestra identidad y vivimos haciendo cultura y arte para que esa Puntanidad quede en lo más alto”.
Por su parte, la actriz Paula Luco interpretó a “La Pancha” Hernández sostuvo que fue un orgullo representar a una mujer tan importante para la historia puntana.
“Fue un gran desafío, aunque se sabe un poco de ella, tuvo su impacto en la historia y poder encarnarla siendo una joven de acá de San Luis, y que quede en mi imagen, es un orgullo”, aseguró Luco, quien además forma parte de la academia de Valeria Lynch, estudió fotografía y proyecta inscribirse en la Licenciatura de Radio y Televisión en la UNSL.
Sobre Francisca “Pancha” Hernández
Fue una heroína puntana que estuvo presente desde el nacimiento de la Patria. La historia la recuerda como una mujer decidida, de gran fortaleza y coraje. Tenía el cabello negro, era conocida por sus largas trenzas y el amplio pañuelo rojo que llevaba sobre sus hombros. De muy joven se casó con el sargento Dionisio Hernández.
Cuando los granaderos puntanos tuvieron que cruzar la Cordillera, “La Pancha” le pidió al general San Martín unirse a los soldados. El Libertador accedió. Francisca se colgó un sable a la cintura y se vistió con el uniforme de granadero. Fue una de las cuatro mujeres que se unieron a las filas del Ejército de los Andes.
Asimismo, integró la expedición al Perú, fue parte de la Campaña de la Sierra y la entrada triunfal a la ciudad de Lima. Formó parte del Escuadrón Sagrado, que a lo largo de 30 kilómetros defendió a los soldados patriotas durante la retirada en la batalla de Moquegua. También participó en las batallas de Junín, Ayacucho y Pichincha, donde salvó la vida de su marido. El general Lavalle le otorgó el grado de sargento por sus heroicas acciones en combate.
