Exigencias sin límites, sufrimientos acallados y tensiones autodestructivas son algunas de las luchas psíquicas que el prestigioso elenco logró expresar con maestría sobre el escenario, bajo la dirección de Antonio Leiva.
La desnudez, no sólo física sino como metáfora de las fragilidades latentes o manifiestas en la condición humana, recorrió e interrogó a los espectadores locales que, al igual que en otros puntos del país, se sintieron conmovidos por un mensaje que atraviesa generaciones y fronteras.
“La Lección de Anatomía” explora temas como la muerte, la soledad, las frustraciones o los fracasos, donde cada escena funciona también como espejo de temores o dilemas universales. Desde las complejidades con los padres, parejas y amigos, hasta las dinámicas con los jefes, la obra reveló el malestar, las contradicciones, máscaras o las verdades incómodas mediante diálogos intensos y emotivos que buscan generar conexiones más auténticas.
Al final, por semejante despliegue corporal y simbólico, el público puntano agradeció al elenco con una ovación memorable.









